Actualmente el psicoterapeuta corporal necesita saber hacer puentes con las ultimas investigaciones en neurociencia.
La importancia de la comprensión psicodinámica del ser humano así como de la coreografía ente los tres cerebros; reptiliano, límbico y neocortex es fundamental para poder entender y actuar en profundidad en materia de trauma, sea de choque o de desarollo.
Incluir las sensaciones corporales, como lenguaje del cerebro repiliano, las emociones como lengiaje del cerebro límbico y el sentido o significado como lenguaje del neocortex, permite ser co-autores mucho más eficientes en el proceso de reparación del efecto «drama» del trauma en el ser humano.
Esta inclusión y dinamización es una posibilidad, tanto para el cliente como para el psicoterapeuta, el «estado» del psicoterapeuta podrá crear ese útero seguro y saludable, que posibilitará el proceso creativo y regenerativo de ambos.
Es en ese proceso de aumento de la agilidad de nuestro sistema nervioso, que podrá darse la verdadera transformación, desde lo corporal hasta lo transpersonal, incluyendo la reparación de procesos de enfermedad, alteraciones epigenéticas, regulacion psicoafectiva y consecuentemente más vitalidad y conexión com el placer de vivir.