En un libro de la década de 1980, La psicoterapia: gramática y sintaxis, publicado en castellano por Paidós, discutí la posibilidad y la necesidad de considerar el conocimiento y la práctica de la psicoterapia desde una perspectiva holística. Es hermoso y estimulante para mí, en este Congreso, subrayar el fundamento de esta convicción: el ser humano se realiza a sí mismo en el conjunto de relaciones que establece con el mundo y con otras personas y necesita ayuda. Yo soy el ser humano que se pierde cuando se ve abrumado por la violencia del condicionamiento interpersonal y social, y por la compleja maraña de sus relaciones siempre cambiantes. Obviamente humanismo, desde este punto de vista, es el trabajo de aquellos que construyen una relación con otro ser, que lo ayuda a repensar su mundo interno y reorganizar, en la medida de lo posible, su mundo externo. Ayudándolo a realizar todo su potencial cuando lo libera de los condicionamientos, remotos y actuales, que le impiden ser completamente uno mismo.
